miércoles, 14 de octubre de 2009

EL PERU ESTA DE PIE PARA IMPEDIR LA LEGALIZACION DEL ABORTO

Editorial:La corrupción abortista representa una de las grandes lacras de la sociedad.Tan igual que el terrorismo,el narcotráfico y la violencia, el sinsentido de manchar de sangre a la humanidad mediante asesinatos de concebidos en el vientre de una mujer está alertando la aparición de un nuevo peligro social, vientres de madres convertidos en sepulturas de bebes. Lo más perverso,demente y carente de principios es la corriente abortista. Les vamos a poner la otra mejilla,la de la paz,el amor y la defensa del concebido con las armas de la justicia y de la rectitud.

Lima, oct. 12 (ANDINA).- La vida es un derecho desde su concepción que nadie puede suspender o lesionar y todo intento de justificar la eliminación de las criaturas por nacer, enfermas o discapacitadas, pone al descubierto la dificultad que se tiene para aceptar a la persona enferma, y evidencia un falso concepto de calidad de vida. Así se expresa la Conferencia Episcopal en un comunicado emitido hoy en relación a la propuesta aprobada por la Comisión Especial Revisora del Código Penal para despenalizar el aborto eugenésico (malformación que causa la muerte del feto) y en casos de violación sexual.


“El hombre se quiere convertir en árbitro supremo de quien ha de nacer y de quien no”, sostiene el documento en el que subraya que el primer derecho de una persona es el derecho a vivir, que es el fundamento y condición de posibilidad para ejercer todos los demás derechos.


“A nadie le compete dárselo a unos y quitárselo a otros… la vida no puede ser suprimida por ninguna razón, ni sacrificada a favor de otros, aunque sea para salvar a alguien. Cuando se admiten derogaciones a este principio, se está abriendo la puerta al aborto, a la eutanasia y a cualquier otro procedimiento discriminatorio”, señala la Conferencia Episcopal. También califica de “arbitrario y falso” el supuesto de que la vida de la madre vale más que la del hijo, en el que se apoyan quienes se inclinan por sacrificar la vida del feto en aras de resguardar la vida de la madre, aún en casos lamentables de violación.


“Todos los seres humanos poseen la misma dignidad y el mismo valor”, afirma y agrega que la Constitución reconoce que la vida humana se inicia con la concepción y que el concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece, como el derecho a la vida. Asevera que ninguna razón puede jamás dar objetivamente derecho para disponer de la vida de los demás ni siquiera en sus comienzos. “Sería absurdo plantear que el derecho considera sin valor o con menos valor a sujetos con determinadas diferencias físicas o psíquicas”, resalta.
“También el llamado aborto terapéutico es un camino a una sistemática planificación eugenésica de los nacimientos. Se va abriendo paso a una mente eutanásica, manifestación no menos abusiva del dominio sobre la vida, que en ciertas condiciones ya no se considera digna de ser vivida”, remarca la CEP. Tras señalar que la privación de la vida intrauterina no le hace bien a la libertad sino al libertinaje, la Conferencia Episcopal pregunta que si en el Perú no existe pena de muerte ni para a los peores criminales, “cómo entonces se puede aceptar la pena de muerte para un embrión que ni siquiera tuvo tiempo de cometer ningún error y ni siquiera puede defenderse”.


El documento es suscrito por Miguel Cabrejos Vidarte, arzobispo de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana.

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